jueves, 4 de diciembre de 2014

Thalia Escobar Quispe

ABANCAY Y LA FALSA RIQUEZA LOGRADA

Pues nos remontamos a la zona comercial del Perú de importadores, conocido como “Abancay”,  en este lugar dónde encontramos a la mayor cantidad de comerciantes ambulantes y en tiendas donde muchísima gente va a comprar a diario. Este lugar mueve millones, ya que compran cantidades exorbitantes y venden como pan caliente, supuestamente todos se benefician, sin embargo son productos chinos en su mayoría, lo que realmente hay son intermediarios.
Porque estaría en contra de este tipo de comercio, dónde hay mucho dinero que ingresa al Perú, bueno sencillamente, mi país, es un país que no inventa y sólo revende simplemente ese hecho me infecta el alma, según mi opinión cuestiono esta situación con una simple pregunta. ¿Para que venimos a esta tierra? Esa pregunta no puede dejar de venir a mi cabeza cada vez que veo a los mismos ambulantes y a los mismos vendedores sentados o parados en sus puestos revendiendo los artículos chinos a precios módicos. Es un sentimiento que me angustia ya que tan mal estamos como país que preferimos el estómago que la creatividad, el desear desarrollar nuevas ideas, nuevas tecnologías, y nos remitimos a comprar algo muy barato y venderlo un poco más caro, y listo. Ese facilismo es lo que me hace sentir mal con mi país, aún y cuando me hago esa pregunta mencionada no puedo dejar de pensar en la capacidad del cerebro, ¿Por qué lo limitamos tanto? Tanto nos gusta usar el 1% del cerebro, amamos usar esa mínima cantidad, inclusive si es que estudiáramos muchísimo usaremos el 1.5% del cerebro porque no nos gusta estudiar y descubrir cosas nuevas, sólo nos conformamos cubrir necesidades ultra básicas como resolver un ejercicio y listo, y prepararnos para un examen y listo, hacer una exposición con un grupo y listo. Se acabó el avance, se acabó la evolución, nosotros mismos decimos hasta aquí nomás. 

Escobar Quispe Thalia

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