domingo, 12 de octubre de 2014

La Política sin Políticos

La Política sin Políticos


Los peruanos detestan a sus políticos. Desde hace 25 años, existe casi un consenso en la sociedad de que los “políticos tradicionales” son corruptos e irresponsables. Hasta hoy, muchos peruanos creen que hay demasiados políticos en la política. Hace poco, un columnista de El Comercio propuso “privatizar” el gobierno para reducirlo a un mínimo.

Pero el político “tradicional” ya no domina la política peruana. De hecho, es una especie en peligro de extinción. Los peruanos tumbaron a su clase política hace 20 años. El blanco de sus críticas hoy no es una clase política: es una colección de novatos haciendo política.

La desaparición de los políticos se ve en la última Encuesta de Poder. Sólo tres de los 10 “más poderosos” en 2012 son políticos, el número más bajo–fuera de la época de Fujimori–desde que empezó la encuesta. Bajo Belaunde, García I y Toledo, el número de políticos en la lista fluctuaba entre cinco y siete. En 2008 bajó a cuatro; y en 2011, a tres.


El déficit político también se ve en el gabinete de Humala. Solo dos ministros (Jara y Cateriano) han sido electos a un cargo público, y solo una (Jara) pertenece al partido de gobierno. No es así en otras democracias. En Estados Unidos, 10 de los 16 miembros del gabinete de Obama son políticos partidarios: hay tres ex senadores, tres ex congresistas y tres ex gobernadores. En
Brasil, 22 de los 26 miembros del gabinete son políticos partidarios: 12 del PT y 10 de otros partidos. Comparado con otros casos, entonces, el Perú es un país donde la política se hace (casi) sin políticos.

Defino un político tradicional o profesional como alguien que dedica gran parte de su vida profesional a la política. Su carrera principal es la política. En el Perú, quedan pocos políticos de este tipo en el nivel nacional. Y la mayoría de ellos –Lourdes Flores, Víctor Andrés García Belaunde, Javier Diez Canseco, Alan García y otros apristas– entraron a la política antes de 1990.
Desde 1990, ha sido mucho más difícil mantener una carrera política. Debido a la debilidad de los partidos y extrema volatilidad electoral, pocos políticos son reelectos. En las últimas dos elecciones legislativas, por ejemplo, la tasa de reelección fue solo 12%, comparado con más de 80% en Estados Unidos y más de 50% en Brasil y Chile. Además, los partidos peruanos ya no ofrecen dos cosas que son claves para los candidatos: financiamiento y una buena imagen (o etiqueta).


Luna Napan Miguel Angel

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